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Cómo nuestro cuerpo genera hormonas que tienen efectos sobre nuestro organismo. El estudio que analiza estos efectos corresponde a la neurociencia.
Para empezar, debemos tener en cuenta que las hormonas se activan o se generan como una reacción para ajustarnos a las diferentes situaciones del mejor modo posible. Hay muchas de ellas que tienen efectos sobre nuestro estado anímico.
Conocer estas hormonas y el efecto que tienen, nos ayuda a conocernos mejor. Los efectos que provocan algunas hormonas sobre nuestro cuerpo no se pueden controlar, pero sí que es cierto que se puede gestionar en qué cantidad llegan y potenciar las más adecuadas.
Hay muchas que afectan a nuestras emociones, pero vamos a tener en cuenta estas tres que seguro que has oído hablar de ellas: oxitocina, dopamina y cortisol.
Oxitocina
Se resume como la hormona del amor, ya que se relaciona con el placer sexual. Pero resumir lo que está fina como la hormona del amor es una teoría reduccionista. Sin embargo, sí que está relacionada con experiencias que nos generan satisfacción.
También tiene que ver con la propia autoestima, la seguridad en uno mismo, la capacidad para querer y para sentir empatía.
Un exceso de cortisol bloquea la generación oxitocina. Una persona con niveles bajos de oxitocina suele tener problemas depresivos y dificultad en sus relaciones afectivas.
El estar en contacto con una persona que nos hace sentir bien y cómodos nos hace segregar más oxitocina por lo que fortalece el vínculo afectivo con esa persona.
Cosas tan sencillas como reír, pasar tiempo con nuestros aires queridos, tener relaciones sexuales, meditar, tocar nuestra mascota, dar abrazos, llorar o ser generoso son algunos de los métodos naturales que nos ayudan a producir más oxitocina.
Alimentos que también estimulan la producción de oxitocina son el romero, eneldo, tomillo, perejil, hinojo, hierbabuena, chocolate y leche animal.
También se puede tomar suplementos para “inyectar” nuestro organismo de oxitocina, pero esto solamente debe realizarse en casos muy extremos en los que debamos dar un pequeño empujón a nuestro cuerpo porque orgánicamente esté resultando muy difícil. Nunca debe ser la primera ni única solución, porque no perdura por sí misma en el tiempo. Para eso es muy importante que estés atendido por un especialista.
Se ha comprobado que la oxitocina tiene un papel muy importante en partos y por extensión en la lactancia: dos procesos fundamentales en la maternidad. La oxitocina hace que ciertas fibras musculares del útero se mantengan contraídas durante el parto y además es la responsable de que se den las contracciones antes del nacimiento.
Además, esta hormona también es la responsable del efecto mecánico de las mamás para producir leche materna.
Dopamina
La dopamina es conocida como la hormona de la felicidad. Pero realmente es uno de los 12 neurotransmisores esenciales: una molécula que se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas que lo producen hacia otras células. De este modo la dopamina influye en numerosas funciones fuera del cerebro como la motilidad gastrointestinal, la liberación de hormonas, la presión arterial e incluso la actividad de las células del sistema inmune.
Generar dopamina funciona como un sistema de recompensa: realizar una actividad con la expectativa de una buena consecuencia. Es por ello que el deporte, las relaciones sexuales o un aprendizaje divertido que nos haga sentirnos realizados son acciones que generan dopamina. Este mecanismo de recompensa cerebral es el que nos refuerza a repetir una conducta.
Nuestro estado de ánimo depende en gran medida de los niveles de este neurotransmisor. Está vinculada al placer que toda la sensaciones positivas como bienestar, alegría, euforia… Nos estimula y nos empuja a buscar situaciones, personas y actividades agradables. Pero esta hormona también es la responsable de algunos comportamientos adictivos, porque como ya hemos contado, la hormona se segrega como un mecanismo de recompensa. Por tanto, muchas personas que consumen una sustancia que les hace sentir bien, luego son incapaces de evitar querer sentirlo de nuevo. Y ahí es cuando comienza a crearse una adicción.
La deficiencia de dopamina se asocia con problemas de socialización, como por ejemplo la ansiedad social, o la apatía. Pero hay otros problemas más graves que pueden surgir en el medio/largo plazo, como el Parkinson o esquizofrenia. Por ello, es necesario un nivel adecuado de este neurotransmisor y un reparto adecuado en nuestro cerebro para poder cumplir sus funciones entre las que destacan el placer, la motivación, la coordinación de movimientos, la toma de decisiones o el aprendizaje.
Cortisol
El cortisol se conoce como la hormona del estrés, pero realmente es la que combate el estrés para ayudar a mantener saludable el metabolismo y el sistema inmunológico.
Se le conoce como hormona del estrés porque cuando hay niveles muy elevados de esta hormona en nuestro cuerpo, quiere decir que nuestro cuerpo está en una batalla para que el estrés no afecte a otras funciones de nuestro organismo.
¿Qué pasa cuando hay niveles altos de cortisol?
El cortisol interviene en muchas partes de nuestro cuerpo, entre ellos el metabolismo. Dependiendo de los niveles de cortisol, nuestro cuerpo metaboliza de una manera u otra los carbohidratos, las grasas y las proteínas. También ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre entre paréntesis glucosa. Muchas personas, a causa del estrés, sufren el sobrepeso. Los altos niveles de cortisol ocasionan retención de grasa sobre todo en el área del abdomen y retención de líquido.
Este neurotransmisor, además, eleva la energía para que puedas manejar el estrés por lo que puedes notarte muy ansioso. Eso tiene otras consecuencias como la alteración del ciclo del sueño y vigilia, que a su vez conduce a un declive mental por la falta de memoria y la capacidad de concentración.
Un exceso de cortisol altera muchas de las funciones de nuestro organismo, y cuando se convierte en crónico quiere decir que nuestro cuerpo está en un estado de lucha pelea permanente, lo que puede deteriorar algunos de los funcionamientos de nuestro cuerpo. A mayor nivel de cortisol las defensas bajan, lo que puede derivar en enfermedades respiratorias, alergias, enfermedades autoinmunes, entre otras.
Un exceso de cortisol aumenta la presión arterial, lo que puede llevar a enfermedades crónicas de corazón, infartos y problemas cardio cerebrovasculares.
Una consecuencia que están sufriendo muchas parejas es la incapacidad de concebir por culpa del estrés: las hormonas sexuales se producen en las mismas glándulas que el cortisol, por lo que si están muy ocupadas produciendo cortisol se dificulta la producción hormonas sexuales y provoca la disfunción eréctil o la alteración de los ciclos menstruales, lo que resulta en infertilidad.
Y aquí la pregunta más importante: ¿qué hacer para contrarrestar los efectos del estrés?
1. Comer mejor: una alimentación equilibrada estabiliza los niveles de azúcar en sangre y ayuda a disminuir los efectos del cortisol. Además, hay una serie de alimentos que ayudan a rebajar la inflamación. El pescado azul o graso como el salmón, el atún, el bonito, la sardinas, anchoas y otros, ¡ son ricos en grasas poliinsaturados y omega 3. Este tipo de grasas se asocian a inferiores niveles de cortisol en el cuerpo y también destacan por su efecto antiinflamatorio.
2. Realiza algún tipo de actividad física: no solo contrarrestan los efectos negativos del cortisol, sino que también reducen la grasa corporal, mejoran el sistema inmunológico, oxigenan la piel y reducen el apetito.
3. Controla la respiración y controla los pensamientos, verás que tus rutinas de sueño mejorarán.
4. Evite los factores externos que te generan estrés. Identifica las personas situaciones o actividades que puedan generarte estrés, y evítalas en la medida de lo posible. No pasa nada por “huir” de lo que nos hace sentir mal. Si no puedes evitarlas al 100%, el auto conocimiento de este factor externo ayudará a gestionarlo y afrontarlo.
¿Hay medicación para regular los niveles hormonales en el cuerpo?
Sí, pero siempre deben ir bajo prescripción médica, y deben considerarse la última alternativa. También puedes encontrar suplementos naturales que simplemente tienen efectos propiedades que le dan un pequeño empujoncito a tu cuerpo. No obstante, todo debe ir acompañado de unos cambios de vida que estimulen la oxitocina y la dopamina de forma natural.
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