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¿Cómo afecta esta mucosidad a quien la padece?
La mucosidad espesa atrapar y retiene bacterias en los pulmones y provocar infecciones, inflamación y problemas respiratorios. La mucosidad también puede bloquear las vías por las que fluyen las enzimas digestivas entre el páncreas y los intestinos. Esto hace que al niño le resulte difícil digerir los alimentos y obtener las vitaminas y los nutrientes que necesita.
¿Cómo se puede saber si se tiene la enfermedad?
Para tener fibrosis quística, un bebé debe recibir dos copias del gen de fibrosis quística; una de cada padre, pero estos no tienen por qué saber que son portadores.
Durante los análisis y pruebas de cribado neonatal se encuentran la mayoría de casos de fibrosis quística. En caso positivo, los síntomas empiezan a aparecer siendo bebé o durante la etapa de niñez, y no a todos les afecta con la misma intensidad. Las hay que la padecen de forma leve y otros de forma grave. La forma de corroborar si tiene o no FQ es realizando la prueba del sudor, en la que el paciente no sufre ningún dolor. Recolectarán sudor de una zona de la piel (en general del antebrazo) para ver cuánto cloruro (una sustancia química presente en la sal) contiene. Las personas con fibrosis quística tienen niveles más elevados de cloruro.
Los síntomas de la FQ son:
- Infecciones pulmonares o neumonía
- Respiración sibilante
- Tos con mucosidad espesa
- Movimientos de vientre voluminosos o grasosos
- Estreñimiento o diarrea
- Dificultad para aumentar de peso o para aumentar estatura.
- Sudor muy salado.
¿Cómo se trata la fibrosis quística?
La FQ no tiene cura y se padece de por vida, pero se puede hacer vida absolutamente normal tomando ciertas precauciones. Los tratamientos médicos a los que deben someterse tienen como objetivo:
- Ablandar y despejar las mucosidades. Existen diferentes maneras de lograrlo. Los médicos tal vez recomienden que un niño haga lo siguiente:
- hacer ejercicio físico con regularidad
- usar un inhalador o nebulizador
- hacer ejercicios de respiración y toser deliberadamente
- usar una camiseta especial que hace vibrar el pecho
- hacer terapia física en el pecho (un padre o una persona capacitada golpea suavemente el pecho o la espalda)
- Prevenir o combatir las infecciones. El lavado de manos frecuente y adecuado, evitar a las personas enfermas y mantenerse a una distancia de al menos 6 pies de otras personas con fibrosis quística son medidas que pueden ayudar a prevenir las infecciones También puede resultar útil tomar antibióticos de forma preventiva.
- Tomar enzimas. La mayoría de los niños con fibrosis quística necesitan enzimas que los ayuden a digerir los alimentos y a obtener los nutrientes presentes en ellos.
- Tener una dieta con muchas calorías y tomar suplementos vitamínicos cuando sea necesario.
Si conoces a alguien que padezca esta enfermedad, ya sabes un poquito más sobre esta enfermedad y cómo les afecta. Y si tienes un niño con la enfermedad, simplemente enséñale a llevar correctamente el tratamiento y a tener un estilo de vida saludable.
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