1) La memoria empezará a fallar. Es una de las señales más características de la enfermedad, y constituye una de las primeras fases. La persona que padece Alzheimer incluso olvida lo que acaba de aprender.
2) Las vivencias pasadas serán acontecimientos o hechos más consolidados en la memoria del paciente, por lo que los recordará con menor dificultad.
3) Mostrará signos de confusión. La persona que padece Alzheimer perderá la noción del tiempo y del lugar. En muchas ocasiones, se encontrará en un lugar al que no sabe cómo ha llegado, ni cuánto tiempo lleva.
4) Todo resulta más complicado en su día a día. Tendrás problemas para planificar o solucionar problemas: cocinar, ir al supermercado, llamar por teléfono… de repente sufren lapsus y olvidan cómo funcionan las cosas, o qué iban a hacer.
5) Dificultad para mantener una conversación coherente. Padecerán problemas en el lenguaje oral y escrito, por lo que les costará procesar el significado de una conversación o lo que leen.
6) Empiezan a tener comportamientos fuera de lugar. Les cuesta comprender en qué contexto se encuentran en cada momento, y cómo deben comportarse. En ocasiones, esto también se debe a que olvidan a las personas con las que se encuentran. En estos momentos de confusión, las personas que padecen Alzheimer se asustan y su buen juicio se nubla.
7) Algunas personas con Alzheimer comienzan a darse cuenta de sus limitaciones y de su incapacidad para comportarse en determinados contextos. Notan que algo falla en ellos. De modo que se vuelven más pasivos y retraídos en actividades sociales y cotidianas.
8) Pueden tener comportamientos violentos. Al no reconocer a las personas que le rodean o no entender determinadas situaciones, reaccionan de forma irracional guiados por el miedo. Es por eso que muchos pacientes llegan a actuar o responder de forma violenta a quien intenta ayudarles.
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