- Hábitos saludables
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Después de un invierno especialmente caluroso, ya nos ha llegado una borrasca con tremendos cambios en la temperatura. ¿Qué hacer para no resfriarnos?
Los cambios bruscos de temperatura pueden provocarnos malestar y diversas enfermedades como catarros, gripe, dolores o incluso ansiedad, entre otras cosas. La razón es que el cuerpo no le da tiempo a adaptarse tan rápido a las nuevas circunstancias. Al no estar preparado nuestro cuerpo, nuestras defensas no son capaces de actuar ante esta sorpresa y tardan en reaccionar. Pero para entonces ya es demasiado tarde.
¿Por qué nos resfriamos a pesar de que nos hemos abrigado bien?
Sucede porque a la sequedad de las mucosas se suma la proliferación de virus y bacterias, lo hacen que sea mucho más probable que los gérmenes entren dentro de nuestro organismo y nos hagan enfermar de resfriados o gripes. ¡Pero abrigarse no lo es todo! ¡Podemos sufrir otras consecuencias! Hay que tener en cuenta también que estos cambios tan bruscos afectan a la salud mental. ¿Por qué? Porque en días nublados y grises, la insuficiencia de vitamina D resulta insuficiente para generar melatonina y serotonina, lo que hace que nuestro carácter sea más apático e irritable. Éste fenómeno tiene nombre propio: se llama trastorno afectivo, estacional y se caracteriza por el carácter depresivo en una época concreta del año, normalmente otoño o invierno. Entre los síntomas habituales está la somnolencia, irritabilidad, ansiedad, desesperación, aumento de peso y cambios bruscos de apetito. Busca multivitamínicos y remedios naturales para aumentar la capacidad de respuesta de tu cuerpo.
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¿Qué medidas tomar para prepararnos el cambio brusco de tiempo?
Para minimizar las consecuencias de los cambios de temperatura, lo importante es siempre anticiparse y resulta muy importante informarse de la previsión del tiempo. Lo que puedes hacer para empezar bien el día y no acabarlo mal es lo siguiente:
- Cuida la alimentación y mantén una rutina de ejercicio para reforzar tu sistema inmunológico. Hacer ejercicio genera dopamina y serotonina lo cual también ayudará tu estado de ánimo.
- Procura protegerte de los virus. Parece que la mascarilla y otras medidas sean cosa del pasado, pero hay algunas medidas que tomamos durante el COVID-19 que podemos seguir tomando, como por ejemplo el lavarte las manos y la cara con cierta frecuencia.
- Fortalecer tus defensas con remedios naturales o suplementos alimenticios. En la farmacia tenemos muchísimas opciones y podremos aconsejarte el mejor complemento para tu día a día.
- Ventila bien los espacios todos los días, ya que es época de virus y bacterias.
- Es recomendable vestirse por capas, ya que en los interiores normalmente suele haber una temperatura más alta por la calefacción y es conveniente aclimatar nuestro cuerpo a las temperaturas altas y a las bajas una vez sales.
- Si estás en zona de mucho frío, o simplemente eres friolero, no dudes en probar las prendas térmicas. En tiendas como Decathlon y Uniqlo venden prendas a buen precio que te garantizan ir bien abrigado.
- No te olvides de manos y pies. Unos buenos guantes y calcetines marcarán la diferencia en tu temperatura corporal.
- Si haces deporte al aire libre recuerda que tu cuerpo, con el esfuerzo, aumenta la temperatura. Por eso cuando finalices es recomendable cubrirse aunque sientas calor. No esperes a tener frío para abrigarte o sufrirás un descenso térmico muy brusco.
- La alimentación es y siempre será clave para absolutamente todo. Hay alimentos que nos pueden hacer sentir mejor tanto física como mentalmente. En Internet encontrarás información valiosísima sobre alimentación dependiendo de tus necesidades ahora mismo: mejorar las defensas, aliviar la ansiedad, mejorar el sueño, combatir el estreñimiento…
- Si tienes posibilidad y el día lo permite, busca 15 -20 minutos de exposición al sol al día. Es la mejor forma de asimilar Vitamina D para el cuerpo, que tanto nos hace falta en esta época.
Algo que también conviene tener en cuenta en esta época (que no tiene nada que ver con resfriados), es que la piel sufre mucho con el frío. ¡Mantenla bien hidratada! Y no te olvides de cuidar tus manos, que son las que más sufren.
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